13/5/07

Volcanes y montañas

Los dos últimos fines de semana han sido de lo más montañero.
Retando al mal de altura, al clima y pegándonos unos madrugones más que considerables llevamos dos findes seguidos imitando a los sherpas del Himalaya...

Lo primero que te sorprende al ir a la montaña en México, es la poca gente que te encuentras. Ya sabréis bien a que me refiero los que hayáis tenido la oportunidad de subir al Txindoki un domingo primaveral en el que el sol se haya dignado a alegrarnos un poquito el País Vasco...
A lo que iba, creo que no os lo había comentado, pero el mexicano común es amante de la comida, la bebida y en general de no madrugar demasiado el fin de semana, de modo que la mayoría de la gente se limita a levantarse más o menos tarde, hacer automonte y desayunar (más bien diría comer, porque menudos atracones!!) en alguno de los cientos de puestitos que se ponen afuera de la ciudad en las entradas a los bosques o de las montañas cercanos al DF.
Pues eso, que en general, en el monte te encuentras a algún que otro perlao que se ha salido del rebaño y poco más...

Y como no... entre esos perlaos pues allí nos tenías, dispuestos a salirnos de la norma y prestos a buscar el contacto cósmico con las deidades aztecas, tlaxcaltecas o lo que se nos pusiese por delante...

Capítulo 1 (Domingo 6 de mayo)
El finde pasado, y para "abrir boca" decidimos aventurarnos a escalar el Nevado de Toluca o Xinantécatl en lengua Nahuatl. Con sus 4690 metros (según la Wikipedia) se trata del cuarto pico más alto de México, pero no os asustéis, cuando vengáis a verme a México podemos subir sin mayor problema, es una caminata de poco más de hora y media en la que la única dificultad es la altura. La verdad es que la falta de oxígeno sí que se va notando a esas altitudes, pero merece la pena el esfuerzo, por las vistas que se tienen de otros montes cercanos y sobre todo por las dos lagunas que ocupan el cráter del volcán, las que cuando son iluminadas por el sol reflejan un color verde esmeralda impresionante!!

Aquí tenéis la laguna del Sol. Como algun@ listill@ ya habrá supuesto la otra laguna, es la de la Luna...
Como véis las vistas no estaban nada mal...
Otra cosa que no os había comentado de los mexicanos, aunque ya lo imaginaréis, es la riqueza cultural que tienen, con la herencia de todas las civilizaciones que han habitado en estas tierras a lo largo de los siglos. Como muestra, la siguiente historia, pegada de la wikipedia. Antes de que la leáis, nada más comentaros que Xinantécatl quiere dedir "hombre desnudo" en nahuatl, la lengua de los antiguos aztecas que aún se sigue hablando por ciertos grupos indígenas...

...Hay muchas leyendas matlazincas del origen del Volcán, la más popular es la de los hermanos sacerdotes, otra es la de la Diosa de los Matlazincas y el sacerdote Xinan. Según la leyenda de los hermanos, dos hermanos disputaban el poder, uno mediante la guerra y otro mediante la religion. El mayor era quien empezaba las peleas y las guerras, mientras que el menor trataba de calmar a su hermano con la religion. Los dioses hartos de guerras y ofrendas humanas del hermano mayor, decidieron calmarlo, pero sin saberlo, el hermano menor se interpuso entre los dioses y su hermano, y los dioses mataron al hermano menor, para recordarlo, los dioses enterraron en medio del bosque y se formo el cerro de Jocotitlan. El hermano mayor, creyéndose con el poder y olvidando a su hermano, se alzo y empezo hacer tiranias, pero los dioses, le hicieron ir al centro del valle y lo desnudaron, le abrieron el pecho, y lo dejaron que muriera poco a poco, el hombre se toco el pecho y sintió su corazón, pero este empezaba a quemarse y se empezó a crear el volcán. Arrepentido, pidió perdón a los dioses y les dijo que mejor moriría y compartiría el reino con su hermano muerto, los dioses le taparon el corazón y el volcán murió.

Si queréis saber la otra historia, un poco más cachonda, podéis poner Xinantecatl en la wikipedia y veréis lo que os cuentan...

Bueno gente, por ahora creo que basta. Me marcho al cine y después os cuento el segundo capítulo, sobre nuestra subida al Malintzin, o La Malinche, la cual fue amante del conquistador Hernán Cortés.

Un abrazo!

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